Cómo hacer Salame Criollo

Si tenés ganas de preparar un embutido tradicional bien casero, esta receta de salame criollo es ideal.

Con los ingredientes justos y buenos condimentos, vas a lograr un sabor auténtico que no tiene nada que envidiarle al de la mejor fiambrería.

Perfecto para picadas, tablitas o para disfrutar con pan y un vaso de vino.

Ingredientes

Picá toda la carne y la panceta con picadora gruesa o a cuchillo. Lo ideal es que quede una textura pareja pero no demasiado fina.
En un bol, mezclá el vino tinto con los dientes de ajo machacados. Dejalo reposar 15 minutos y colalo.
En un recipiente grande, poné la carne picada, la panceta, la sal, el salitre, la pimienta blanca y la nuez moscada rallada.
Agregá el vino colado y comenzá a amasar con las manos durante al menos 15 minutos, hasta que la mezcla quede bien integrada, húmeda y pegajosa.
Tapá el bol con film y dejá reposar la mezcla en la heladera durante 24 horas para que se integren bien los sabores.
Al día siguiente, embutí en tripas naturales de cerdo previamente lavadas. Atá los salames a la medida deseada y pinchalos con una aguja para quitar el aire.
Colgalos en un lugar fresco, ventilado y seco. Dejalos curar entre 30 y 45 días, revisándolos de tanto en tanto.

El ambiente ideal para curar los salames debe tener una temperatura entre 12 y 18 °C.
Si no conseguís salitre, podés usar una cucharadita de azúcar, aunque no tendrá el mismo efecto conservante ni el color característico.
Durante la maduración, es importante que haya circulación de aire y no humedad excesiva.
Podés cortar uno a los 30 días para controlar el secado: debe estar firme pero no reseco.

Disfrutá este delicioso salame criollo en picadas. Una vez que pruebes hacerlo en casa, no vas a querer volver a comprarlo.