Oración de la Noche

Señor, otro día está llegando a su fin y no hay mejor manera de terminarlo que delante de tu presencia, agradeciéndote por cada instante vivido, por los momentos buenos que me hicieron feliz y también por los momentos difíciles que me ayudaron a crecer.

Quizá esté haya sido un día intenso y lleno de retos, pero a cada momento sentí tu presencia en mi vida, soportándome, fortaleciéndome y guiándome por el camino que Tú pensabas que era el más conveniente.
Ha llegado la noche y es momento de descansar, pero no sin antes entregarte mi vida, la vida de mi familia y nuestro hogar. Te pido que seas Tú mirando nuestros corazones, nuestras preocupaciones y dándonos un buen descanso.
Por favor cubre nuestra casa con tu manto y permite que la noche se llene con tu amor. Te suplico que nos libres de los peligros nocturnos, de toda situación inesperada y que nos permitas liberar nuestra mente de las preocupaciones.
Y mañana, cuando el primer lucero del alba anuncie la llegada de un nuevo día, te pido que nos fortalezcas, nos revitalices y nos apoyes en todas nuestras tareas y obligaciones.
Te pido también por todos aquellos que en esta noche precisan de Ti, por todas las personas que están tristes, por los enfermos, por los preocupados y por todos los que tienen alguna gran necesidad. Por favor toca los corazones del mundo y haz que en la tierra florezcan el amor, la esperanza y la unidad, para que todos juntos como hermanos podamos entendernos y ayudarnos los unos a los otros.
Por favor llévate de mi vida toda carga innecesaria, concédeme un buen descanso y permite que mañana sea un nuevo día lleno de luz y oportunidades para dar lo mejor de mí y poder alcanzar aquellos milagros por los que durante tanto tiempo he esperado.
Te pido también que seas el guardián y protector de mi hogar. Por favor cubre mi morada con tu poderoso manto y líbranos del peligro que asecha, del enemigo malvado y de todo mal inesperado.
Y mañana, cuando los primeros rayos del sol anuncien la llegada de un nuevo día, te suplico que tomes nuestra mano y nos guíes con amor por aquel camino que Tú has preparado para nosotros, pues tus destinos son maravillosos y tus planes siempre son perfectos.
Amado Dios, antes de que termine el día quiero agradecerte por todas las cosas buenas que Tú nos das a diario. Gracias por tu amor, por tu misericordia y por la certeza de que de tu mano y con tu bendición, cada nuevo amanecer será más próspero, feliz y bendecido, Amén.

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