Lava estas 5 áreas del cuerpo que suelen pasarse por alto para mantenerte fresca, saludable y con energía después de los 60

Aunque al pensar en bienestar después de los 60 solemos enfocarnos en la alimentación y el ejercicio, la higiene diaria juega un rol fundamental. Una rutina sencilla de autocuidado puede fortalecer tu sistema inmunológico, mantener tu energía, mejorar el ánimo y favorecer tu comodidad diaria.

¿Por qué la higiene gana importancia con los años?

Con la edad, la piel se vuelve más delgada, la recuperación puede ser más lenta y el sistema inmunológico tiende a debilitarse un poco. Por eso, la limpieza diaria se convierte en una medida preventiva clave. Además de mejorar la sensación de bienestar, una buena higiene puede:

  • Disminuir el riesgo de infecciones
  • Favorecer la circulación
  • Contribuir a dormir mejor
  • Evitar malos olores y molestias
  • Aumentar la lucidez mental y la energía

Pero no todas las partes del cuerpo requieren el mismo nivel de atención. Algunas zonas son más propensas a la acumulación de sudor, bacterias o rozaduras, y merecen un cuidado especial.

1. Axilas: tu línea principal de frescura

Con el paso del tiempo, los cambios hormonales pueden alterar el tipo de sudor o la sensibilidad de la piel. Por eso, es importante cuidar las axilas con suavidad y constancia.

Consejos diarios:

  • Limpia con un jabón suave o un paño húmedo con agua tibia.
  • Seca con delicadeza, sin frotar.
  • Usa desodorantes sin fragancia o formulados para piel sensible.
  • Deja que se airee unos minutos antes de vestirte.

2. Pies y entre los dedos: comodidad desde abajo

Los pies son esenciales, pero con frecuencia se descuidan durante el baño. Esto puede ocasionar sequedad, sudoración, molestias por presión o hasta hongos, especialmente entre los dedos.

Consejos diarios:

  • Lava tus pies con agua tibia y jabón suave.
  • Sécalos bien, especialmente entre los dedos.
  • Aplica crema hidratante en la planta y el empeine, pero evita el espacio interdigital.
  • Usa medias transpirables y calzado cómodo.

¿Quieres un plus de frescura? Añade unas gotas de aceite de árbol de té en el agua para lavar tus pies.

3. Pliegues cutáneos: zonas que suelen pasar desapercibidas

Con la edad, los pliegues en zonas como debajo de los senos, el abdomen o la cintura pueden retener humedad y causar irritaciones u olores.

Consejos diarios:

  • Limpia con un paño suave y agua tibia cada pliegue.
  • Seca completamente esos puntos con una toalla suave.
  • Usa ropa de fibras naturales como el algodón.
  • Si es necesario, emplea polvos absorbentes que ayuden a mantener la zona seca.

4. Área íntima (ingle): higiene y bienestar personal

Aunque muchas personas prefieren no hablar de esto, la zona inguinal merece atención diaria para mantener la comodidad y dignidad.

Consejos diarios:

  • Lava con agua tibia y un limpiador suave, sin fragancia.
  • Enjuaga bien y seca con suavidad.
  • Elige ropa interior de telas suaves y transpirables.
  • Evita prendas sintéticas ajustadas que atrapan calor y humedad.

5. Cara y cuello: reflejo de vitalidad y energía

La parte superior del cuerpo también requiere cuidados específicos. La piel del rostro y el cuello suele ser fina y sensible, y reflejan directamente nuestro estado de salud y ánimo.

Consejos diarios:

  • Lava con un limpiador suave recomendado para piel madura.
  • Seca suavemente y, si usas crema o sérum, aplica después de secar.
  • Si sales al exterior, usa protección solar especial para rostro y cuello.

Adoptar estos hábitos de higiene diaria no es cuestión de perfección, sino de cuidarse con sencillez y respeto hacia el cuerpo. ¡Un pequeño cambio en tu rutina puede marcar una gran diferencia en cómo te sientes día a día!

Comentarios Sociales